Uf, parecía que nunca me iba a decidir a escribir. Es algo que estaba ahí en plan, venga vamos, arranca, pero nada.
En este primer post no me gustaría enrollarme mucho, quiero explicaros un poco quién soy, qué hago y por qué lo hago. Después prometo no dar la chapa en el blog nunca más. Solo bodas bonitas y cosas chulas, palabra.
Mi nombre es Mª Ángeles, me encanta leer, la música electrónica, los conejitos, el fútbol y las bodas. Sí, soy consciente de que es una mezcla un poco rara de cosas blanditas, adorables y leña. Soy diseñadora gráfica, publicista, comunicadora, organizadora de eventos, relaciones públicas y ninguna de todas esas cosas. Estudié publicidad y relaciones públicas y decidí especializarme en comunicación con un máster en (lógico) comunicación, relaciones públicas y dirección de eventos.
Pero, como todos los que acabamos los estudios entre los años 2011-2013, nos encontramos con mucha ilusión y poco que hacer. Trabajé en departamentos de marketing de empresas, agencias de comunicación y eventos y como diseñadora freelance. Pero de donde no hay, no se puede rascar. Las empresas cerraban, los clientes recortaban presupuestos y el primero que iba a la calle era (adivina) el último en llegar. Y tú, toda ilusa e ilusionada que pensabas que al terminar de estudiar ibas a encontrar un trabajo estable.
¿Bodas? ¿De qué va esto?
Y ahí que, cuando la cosa estaba negra negrísima, apareció una oportunidad laboral de la mano de Macarena de Mirka Eventos, que necesitaba alguien que «hiciera cositas que yo hacía» (no he visto una boda en mi vida, «hulio»). Bueno, son eventos, ¿no?
Una semana de trabajo, una me bastó, y ya estaba totalmente IN LOVE de este mundo maravilloso, estupendo, divino, CÓMO NO HE DESCUBIERTO YO ESTO ANTES. Pues ya te lo digo: porque era joven, inexperta y estaba un poco «caraja». El caso, Mirka Eventos se dedicaba (y se dedica) a la decoración de bodas, trabajo que me abrió los ojos y las puertas a este mundo tan fantástico. ¡Cómo aprendí y cómo curré, og! Sacrificado pero gratificante a más no poder.
A pesar de ello, no os voy a mentir, echaba de menos mi puntito de ordenador y programita de diseño, y propuse empezar a ofrecer también papelería y cartelería, de la que yo me encargaría con muchísimo gusto. Y bueno, qué te voy a contar, maravilla Manué.
Ojo pocho is coming
Sin embargo la vida es así de chunga y tuve un problema grave en un ojo que me dejó fuera de juego más tiempo del que yo hubiera imaginado. Mi vida de repente se resumió a sofá, reposo, operación, sofá, reposo, revisiones, otra operación y más reposo. Y así casi un año. Me cortó el ritmo de vida (ahora que la crisis parecía que se iba a tomar por saco, entraba en crisis yo, ish) y me hizo dejar absolutamente todo, hasta que por fin me puse bien.
Menos mal que no hay mal que por bien no venga, y eso me hizo tener muchísimo tiempo para pensar. Pensar en qué quería hacer con mi vida y en a qué iba a dedicarme a partir de entonces. Pues como buena intensa y tía borrica que soy, en cuanto me dijeron que vida normal, me apunté a un curso de Marketing Digital, a otro de Community Manager y a otro de SEO (AÚ, AÚ, AÚ).
¡Wedding & Design estaba incubando!
Tenía clarísimo que quería seguir en el mundo de las bodas, había literalmente «flipado» con la experiencia. Y me gustaba mucho muchísimo la idea de emprender, de crear un proyecto donde trabajara lo que me gustara y como me gustara, y sobre todo, que pudiera poner en práctica todo lo que había aprendido (y estaba aprendiendo).
Luego vino la época miedito. La de cómo se emprende, qué tengo que hacer, por dónde empiezo… Preludio de lo que a día de hoy es este proyecto REAL (L). Y con mucha duda y mucha pregunta surgió esta idea. Contacté con Víctor, el que a día de hoy es mi compi y proveedor, un tío currante, emprendedor y con las mismas ganas que yo. La idea de aunar el diseño gráfico con las bodas estaba tomando forma. Y así, después de muchas horas, reuniones y numeritos surgió este proyecto dedicado a toda la papelería de boda que los novios puedan soñar.
Quería usar lo mejor de toda mi experiencia laboral para crear algo con lo que me sintiera identificada, realizada, cómoda y sobre todo, feliz. Creo que por ahora lo estoy consiguiendo, y es que no hay nada más cierto que cuando algo se te da bien y además te gusta, lo mejor que puedes hacer es convertirlo en tu trabajo.
Pdt: y decía al principio que no quería enrollarme mucho, juas (lo siento, lo siento).
Pues eso… a partir de ahora solo bodas bonitas y papelería chula, ¡BIENVENIDOS!